Ari Vatanen subiendo el Pikes Peak: irrepetible
Les presentamos un documento histórico. Una película mítica entre los aficionados al automovilismo. Les aseguramos que lo van a ver a continuación fue real. ¡Este vídeo no es apto para cardíacos!
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En las Montañas Rocosas, cerca de Colorado Springs se filmó una de las carreras más peligrosas y a la vez prestigiosas de todo el mundo, la subida al Pikes Peak. Su protagonista es el pentacampeón mundial Ari Vatanen, pilotando como nadie más sabía hacerlo un coche de carreras.
Ahí lo tienen. Es el Peugeot 405 Turbo 16, un verdadero purasangre “de los de antes”. Y en las manos expertas del finés Vatanen, se convierte en un arma mortífera con la que “barrer” a los anfitriones americanos en su propia casa.
El Peugeot 405 T 16 fue construído en carrocería coupé con la particularidad mecánica de poseer un flujo constante de tracción a las cuatro ruedas, algo inusual para aquélla época. Desarrollaba 344 cv de potencia y únicamente se hicieron dos unidades, una para carreras de subida de montaña, como ésta de sus pantallas, y la otra para competir en el rally París-Dakar. En ambas especialidades, Vatanen demostró ser el mejor, obteniendo la victoria tanto en el Pikes Peak como en el Dakar y en apenas tres años, elevando a Peugeot a campeón mundial.
La subida al Pikes Peak siempre ha sido considerada como el trazado más peligroso del mundo, y no es para menos: casi 20 kilómetros de pista sin asfaltar. 156 curvas de todo tipo y condición. La salida está a 2800 metros de altura y la llegada a más de 4.000, lo cual quiere decir que la presión afectará sin ninguna duda al rendimiento del coche, y como muestra, un botón: el Peugeot de Ari Vatanen, perdió más de 200 cv cuando estaba en la meta.
Pero aún no hemos acabado. La grava es el peor enemigo y sobre todo el sol, que ciega toda la visión e impide ver el trazado. Y como en toda carrera cuenta, inexorablemente, el tiempo. Es una lucha contra el cronómetro por ver quién es el mejor, a lo que, inevitablemente va unida la velocidad. Se dice que Vatanen hizo una media de 130 millas por hora, o lo que es lo mismo, 210 km/h.
Y la verdad es que las cuentas salen de maravilla. 20 km. a 210 km/h nos dan exactamente casi 10 minutos y medio. Ese es el tiempo que empleó el finlandés en hacer el recorrido. El tiempo que tardó en hacerse leyenda para siempre.
Les presentamos un documento histórico. Una película mítica entre los aficionados al automovilismo. Les aseguramos que lo van a ver a continuación fue real. ¡Este vídeo no es apto para cardíacos!
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En las Montañas Rocosas, cerca de Colorado Springs se filmó una de las carreras más peligrosas y a la vez prestigiosas de todo el mundo, la subida al Pikes Peak. Su protagonista es el pentacampeón mundial Ari Vatanen, pilotando como nadie más sabía hacerlo un coche de carreras.
Ahí lo tienen. Es el Peugeot 405 Turbo 16, un verdadero purasangre “de los de antes”. Y en las manos expertas del finés Vatanen, se convierte en un arma mortífera con la que “barrer” a los anfitriones americanos en su propia casa.
El Peugeot 405 T 16 fue construído en carrocería coupé con la particularidad mecánica de poseer un flujo constante de tracción a las cuatro ruedas, algo inusual para aquélla época. Desarrollaba 344 cv de potencia y únicamente se hicieron dos unidades, una para carreras de subida de montaña, como ésta de sus pantallas, y la otra para competir en el rally París-Dakar. En ambas especialidades, Vatanen demostró ser el mejor, obteniendo la victoria tanto en el Pikes Peak como en el Dakar y en apenas tres años, elevando a Peugeot a campeón mundial.
La subida al Pikes Peak siempre ha sido considerada como el trazado más peligroso del mundo, y no es para menos: casi 20 kilómetros de pista sin asfaltar. 156 curvas de todo tipo y condición. La salida está a 2800 metros de altura y la llegada a más de 4.000, lo cual quiere decir que la presión afectará sin ninguna duda al rendimiento del coche, y como muestra, un botón: el Peugeot de Ari Vatanen, perdió más de 200 cv cuando estaba en la meta.
Pero aún no hemos acabado. La grava es el peor enemigo y sobre todo el sol, que ciega toda la visión e impide ver el trazado. Y como en toda carrera cuenta, inexorablemente, el tiempo. Es una lucha contra el cronómetro por ver quién es el mejor, a lo que, inevitablemente va unida la velocidad. Se dice que Vatanen hizo una media de 130 millas por hora, o lo que es lo mismo, 210 km/h.
Y la verdad es que las cuentas salen de maravilla. 20 km. a 210 km/h nos dan exactamente casi 10 minutos y medio. Ese es el tiempo que empleó el finlandés en hacer el recorrido. El tiempo que tardó en hacerse leyenda para siempre.